domingo, 9 de enero de 2011

SOBRE LA ALIANZA

Hace un tiempo pensé que Susana Villarán ganaría las elecciones en Lima. No pensaba precisamente en los méritos de Susana, pensaba en la tan mentada pésima perfomance de Lourdes. No voy a señalar los errores de Lourdes en esa campaña. Pero me parece que el error del PPC al hacer la alianza que todos conocemos con miras a las elecciones generales próximas, es tanto o más grave que el error de Lourdes de no cuidar la buena imagen de su entorno.

La alianza que lidera PPK es sin duda una alianza interesante para aquel sector de políticos que ve con preocupación la existencia del PPC como partido político después de las elecciones. Creo que todos saben que sin Lourdes no pasaban la valla electoral. Pero, en lugar de recurrir a una salida más creativa como apelar a rostros jóvenes y nuevos, con un pasado decente, que creo que existe en todo partido, prefirieron lo supuestamente más seguro: buscar los votos de la alianza mas aún de aquellos sectores antagónicos con los principios y con el electorado tradicional del PPC.
PPK ha demostrado tener éxito en las tareas que se propuso desde que uno lo recuerda en la historia reciente del país. Pero que ese éxito haya significado el crecimiento de todos los peruanos, o la reducción de la inequidad, es algo que la mayoría de peruanos no percibe de ningún modo. Por el contrario, todos recordamos que fue con PPK que subió el IGV  a 19%, un IGV escandalosamente alto a estas alturas. Por ello, PPK más bien es identificado con los "ricos" del Perú. Como aquel que representa esos intereses. Y si a Lourdes le colgaron un cartelito que decía "la candidata de los ricos", esta alianza con PPK no hace sino confirmar aquello que, cierto o no, ha venido siendo un signo distintivo del PPC de las últimas décadas: el partido de derecha, liberal o neoliberal, que representa los intereses de los económicamente más poderosos en el país. Todo esto, al margen de que sea verdad, es un rasgo que ha ido configurando una identidad partidaria.
La alianza con Acuña se explica por la misma frase que la expresa, es la alianza con una persona. No es una alianza partidaria. Podría tratar de hacer un esfuerzo de compaginar lo anterior con esto y decir que el carácter de emprendedor se liga bien con la doctrina liberal o neoliberal de la derecha pepecista, pero los esfuerzos de una persona estan tán ligados al desarrollo personal y la satisfacción de los intereses individuales que a juicio de algunos, colisiona gravemente con la ética que se halla a la base de la doctrina pepecista.  Que PPK establezca la alianza con Acuña no es contradictorio, es por el contrario, muy coherente. Pero que lo haga el PPC, eso si es contradictorio.
La más extraña alianza es la establecida con Lay. El PPC es un partido católico. Es cierto que se acercan tiempos de entendimiento cristiano, y que es absurdo pensar que uno deba rechazar una alianza con otro grupo político por cuestiones de fe. Pero, la comunidad evangélica en el país fue la que llevó a Fujimori al gobierno, y hasta donde recuerdo no hizo mayor mea culpa de ello, ni se organizó politicamente para hacer frente a Fujimori cuando este dio el golpe, y luego, cuando controló los medios, ni cuando quiso perpetuarse en el poder. Si hizo algo, fue tímidamente y sin efecto político importante. Estos son a mi juicio, motivos más que suficientes para no hacer la alianza. Más aún si, en ese contexto de la firma de la alianza, la comunidad evangélica estaba reclamando al estado peruano reducir los derechos de la iglesia católica. Con razón en ello o sin razón, lo cierto es que fue políticamente contradictorio hacer tal alianza con Lay. Los católicos, sobre todo el sector más conservador, han tomado nota, y aunque ese sector puede simpatizar con PPK, y hasta con Acuña, puede poner reparos a la hora de votar por Lay y compañía, pues es claro que para ese sector primero está la Iglesia.
La alianza con Simon, es la más graciosa. No se sabe bien a quién beneficia esta alianza, salvo a Simon. El premier del Baguazo, sin duda, pero también el político que no ha podido capitalizar su buena gestión en el norte desde el gobierno central y construir una imagen propia, digna y ejemplar, que le sirviera para cohesionar un partido, como es el partido humanista, y darle vida con su principios. Se trata de una alianza que sirve a Simon, y a nadie más. Y el electorado lo nota. Lo que convertiría a Simon en una razón más para no votar por la Alianza, pues ahora más que antes, el electorado sí está pensando en el Perú y su futuro.
Al final, se trata de un esfuerzo por mantener con vida al PPC, de satisfacer el sueño personal de PPK de ser presidente del país, de satisfacer los sueños personales de Acuña - que no tienen nada que ver con el desarrollo del país, de la equidad, y el bien común - , y de mantener con vida la alicaída figura de Simon, que terminó chasmucado, sino quemado en la proximidad de Alan. Interéses demasiado evidentes como para no configurarse en errores políticos que les costará la derrota en las elecciones, y que incluso podría hacer peligrar su existencia partidaria, ahi donde hablamos de partidos como el PPC, cuando Toledo empiece a hacer campaña de verdad.

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