martes, 18 de enero de 2011

MERCEDES

Había dicho el actual Presidente, que en política no hay ingenuos. No podía rodearse de ingenuos, a menos que fueran suficientemente ingenuos como para que él estuviese por encima de ellos. Alan García ha demostrado ser, una vez más, un político que vive de los ingenuos. Ahora que Mercedes ha perdido la candidatura, porque su renuncia a la corta significa victoria, pero a la larga es una derrota personal, García sin pudor alguno afirma que él nunca la propuso.
Él que le inventó un cargo al costado de su poder, cuando dejó de ser ministra, para que aguardara el momento oportuno para empujarla a ser la candidata del Apra, él que le renovó su confianza en más de una oportunidad, y que recibía de ella la anuencia de un soldado leal, él, ahora se distancia sin mucha elegancia de su pequeña dama ingenua.
Pero no fue ingenua. Quizás no esperaba la brusquedad del gesto presidencial, pues Mercedes tiene corazón después de todo. Pero sí sabía que en el juego de atravesar la pista de fuego no tenía mucho que perder. Mejor luchar contra el descrédito, desde la altura que da el poder, que quedarse en la pista sola, esperando la sanción por lo de Bagua. La sanción política la pudo haber recibido en las elecciones, pero el Apra es, después de todo, un partido organizado, con bases sólidas- por lo menos los entendidos afirman estas cosas. Y ella jugó a esa posibilidad, un tanto remota es verdad, pero no le importó ser el rostro útil que jalara a los caciques apristas al poder, y mantenerlos así, lejos del anonimato civil, donde probablemente mueren, pues muchos de ellos sólo saben hacer eso: ser congresistas o funcionarios del estado.
Jugo a ser candidata, ¿a ganar?, no. No habia como ganar. Qué ganaba como candidata. La suficiente popularidad como para hacer un honroso 20 o 25%. Tenía cómo, considerando la disciplina aprista, el apoyo presidencial, y hasta quién sabe iba a segunda vuelta con los encantos presidenciales. Pero en el esquema de Mercedes se presentó algo mejor,  la pieza ideal para recuperar credibilidad, para limpiarse del lodo aprista de la corrupción, para mirar altiva Bagua y las frases inapropiadas.
Jorge Del Castillo, jugaba su propio partido. Entendía las reglas del Apra. Al final, las reglas de Alan que acaricia el 2016 como un niño mimado y egoísta, y que no quiere compartirlo más que con su imagen celebrando el bicentenario de la independencia, levantado la cerviz arrogante hasta el cielo infito donde su nombre brilla junto al Haya de la Torre. Jorge entiene a Alan. Mimado, arrogante, casi enfermo de sí mismo, igual lo quiere, porque le ha servido de mucho en tantos años. Alcalde, congresista, tanto pudo con Alan, pues sabe que solo, sin él, no es nada. Ni él, ni Mercedes Cabanillas- que ya se inmoló- ni nadie del Apra. Pero esta vez, no sólo acepto salir del premierato, hundir el barco con toda la tripulación pues Alan podía caerse con el destape de los petroaudios. Es obvio que Alan sabe algo más. El Alan de "la plata llega sola", no es ingenuo. Consideraron la renuncia para luego reinvindicarlo y conducirlo al congreso una vez que alguien diese la cara para la cadidatura presidencial. El señor "Sipan" no tuvo tanta ingenuidad después de todo. No se quemó, y Nidia tuvo miedo natural. Cualquiera de los dos llegaría a tener un arrastre del 4 o 5% y eso con dudas. Claro que si tuvieran la seguridad de una Mercedes Cabanillas para mantenerse en un tema por años como es el tema educativo, quizás habrían ido a la muerte, obedientes y pacientes. Pero no lo hicieron. Se arrimaron a un muerto más bonito, más fresco, más "ingenuo" y que tampoco tenía mucho que perder, pero si más probabilidades de ganar. Después de todo, Merecedes era más "bonita" que Nidia, sino que diga Alan si la cara no importa. Y con la cara "bonita", el apoyo de un "buen gobierno", el de Alan, que estaba dispuesto a batallar- y ya lo imaginábamos con algun balconazo como en tiempos del pobre Jorgito que nada pudo solo, con todo ello, la ficha estaba bien jugada. Qué importaba si el pueblo se daba cuenta. Y qué importaba el partido. Al final, Alan parece seguir creyendo que los apristas de los 80s todavía estan vivos y tienen poder.
Los tiempos han cambiado Alan, ahora los cuarentones son más jóvenes que antes, y más rebeldes, y empiezan a dudar del modelo autoritario del mandatario. Y por eso Mercedes no subio del 3% en la intención de voto. No cuajó la candidatura. No tenía la aprobación ni en casa, donde la veían como un elemento extraño e impuesto desde arriba.
Esa es mi tesis. El Apra se desmorona ahora, porque el que se desmorona es el Alan de antaño, el autoritario que decide por el pueblo aprista como el iluminado de Haya. Ya no hay iluminados en tiempos de internet y globalización. Los caciques estan muriendo porque ahora pasan las cosas más rápido, más rápido se entera uno de todo, pasan más cosas en menos tiempo, y los jóvenes tienen más reflejos que los mayores para estos movimientos nuevos, en todas las sociedades. Los adultos o se hacen más jóvenes o colapsan. Alán se puede reinventar, y lo hará, es hábil para ello. Pero esta es una primera muestra que los reflejos llegaron tarde. (Esto no termina de explicar la crisis de los partidos en general, pero tiene que ver con la generación nueva que se quiere hacer sentir, y los viejos políticos que ya solo hablan entre ellos, y se entienden entre ellos, y no pueden comunicar nada a los más jóvenes, porque han pasado muchas cosas muy rápidamente, y han perdido velocidad entre tanto sucedió lo de la guerra interna y Fujimori hizo de las suyas. Repito, es necesario pensar todavía qué origina la crisis de los partidos)
Los apristas no respaldaron a su elegida. Jorge no se vió salvado, entonces la emprendió contra ella, al final, el pacto con Alan es de sangre, no se iba a molestar. El conocía más a Alan que la lady Araoz, y disparó y disparó. Mercedes recibió con alegría los disparos. La atacaba un corrupto. Y ella no se casa con la corrupción. Y calló Crousillat "circunstancialmente", en el mejor momento elegido. Así que venía bien decirle adiós a la candidatura.
El Apra jugo su última pieza. Seguramente iran al congreso. Jorge irá en la lista, y a cruzar los dedos para que saquen por lo menos 2%. Alan se desmarca. Mercedes ya se limpió. Y la invitan los candidatos de al fondo hay sitio, hasta keiko la invita. Y si la conciencia del pueblo peruano, Magaly Medina, dice que valora a una mujer con principios, significa que Mercedes no jugo mal. El problema es que la ingenuidad que ahora manifiesta es un derrota a la larga, pues a la larga el pueblo peruano, y hasta Magaly se darán cuenta que tanta ingenuidad o es una mentira o es fruto de la poca inteligencia que la acompañó. ¿Y sería útil esta ingenuidad manifiesta, de una mujer con principios, si el próximo presidente fuera Keiko o Castañeda? Pero como van las cosas será Toledo. Tal vez ya lo sabe, y también Alan, de modo que, no siendo ingenuo,s estan preparados para ese futuro con Toledo. Quizás Mercedes defina su identidad, como Rey, junto a Keiko, donde todos los gatos son pardos.

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